RAQUEL LESMOS
Cuando los primeros rayos del sol empiezan a darnos la bienvenida al verano, algunas personas comienzan a notar que su piel reacciona de una manera inesperada a esta nueva estación del año. Las sensaciones de picor y quemazón acompañadas de rojeces se convierten en un problema diario. A esto se le conoce como alergia al sol.
Como bien señala la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) "las reacciones por alergia al sol pueden desarrollarse en cualquier persona, ya que no son hereditarias y tampoco son más frecuentes en individuos con predisposición a sufrir otras afecciones alérgicas".
La alergia al sol tiene diferentes causas aunque una sintomatología bastante similar, según señala la SEAIC. Estas son las siguientes:
Erupción solar polimorfa: es bastante frecuente y, según la SEAIC, afecta a un 20% de la población general. Las erupciones aparecen tras la primera exposición al sol en la cara, escote, antebrazos y la zona anterior de las piernas. Suele durar varios días.
Urticaria solar: es un trastorno raro ya que, como señala la SEAIC "se produce por un mecanismo de hipersensibilidad inmediata frente a un fotoalérgeno desconocido". Las ronchas pueden acompañarse con otros síntomas como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para respirar. Solo duran unos minutos u horas.
El picor, escozor y quemazón son síntomas comunes cuando aparece la erupción solar polimorfa o la urticaria solar. Aunque cuando desaparecen las ronchas estas no dejan lesión alguna sobre la piel, es posible que queden marcas si nos rascamos en exceso la zona afectada.
Ciertos tipos de dermatitis también pueden derivar en una alergia al sol, sin embargo, pueden ser mucho más fáciles de tratar. La primera de ellas es la dermatitis por fotosensibilidad que, como bien señala el doctor José Luis García Abujeta del Comité de Alergia Cutánea de la SEAIC, "algunos medicamentos, perfumes y cremas solares son los principales responsables de reacciones de fotosensibilidad ya que por la acción de la luz solar estos productos se pueden convertir en sustancias alérgicas".
Asimismo, la dermatitis atópica es un problema que puede agravarse debido al cloro de las piscinas o la exposición solar excesiva. No obstante, los baños en el mar son buenos
para la piel por lo que, como señala el especialista, "una adecuada protección solar, exposiciones cortas y progresivas [...] suele ser suficiente para su control".
Algunos de los cuidados durante el verano que recomienda el doctor José Luis García Abujeta es controlar la exposición al sol y utilizar una crema solar con un factor de protección alto. Asimismo, también recomienda el uso de antihistamínicos orales para tratar este problema de alergia.
En el caso de que no podamos regular la exposición al sol, el uso de un gorro, guantes y prendas de ropa largas serán indispensables para evitar que los rayos del sol incidan sobre la piel. Esto también es importante en los casos en los que ya hay erupciones para favorecer su recuperación lo antes posible.
En todas las situaciones mencionadas, una de las recomendaciones que hace el doctor José Luis García Abujeta es acudir al alergólogo ante cualquier lesión cutánea que nos sea desconocida. Así, podremos recibir un diagnóstico adecuado e iniciar un tratamiento que nos permita disfrutar del verano con las debidas precauciones.